Aunque
la vida del monje debería responder en todo tiempo a la observancia
cuaresmal, sin embargo, como son pocos los que tienen semejante
fortaleza, por eso invitamos a guardar la propia vida en toda su
pureza en estos días de cuaresma, y borrar todos juntos, en estos
días santos, todas las negligencias de otros tiempos. Esto se hará
como es debido si nos retraemos de todos los vicios y nos entregamos
a la oración con lágrimas, a la lectura y a la compunción del
corazón, y a la abstinencia.
Regla de
San Benito 49, 1 – 4.
Así
comienza Ntro. P. San Benito el capítulo dedicado a la observancia
cuaresmal, un verdadero programa para unirnos a Cristo en su
preparación a la Pasión. Sin Pasión no hay Cruz y, sin muerte no
hay Resurrección. Si quieres acompañarnos en este camino de
conversión para ir hacía Dios, te ofrecemos este esquema semanal en
el que puedes ver un pequeño fragmento de la Liturgia del día, una
propuesta o actitud en la que hacer incapié durante la jornada, y la
concordancia con la Regla de Nuestro Padre, bajo la cuál vivimos.
“Señor,
tráenos hacía ti para que volvamos,
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